Cuándo podar los arbustos en flor

Escrito por David Beaulieu

«¿Existe una regla general para saber cuándo podar los arbustos en flor?» Es una pregunta que se hacen continuamente los jardineros principiantes. Así es como debe ser, ya que, cuando se trata de la poda, usted no quiere estar disparando primero y haciendo preguntas después. Informarse sobre este tema antes de pasar a la acción puede ahorrarle muchos disgustos.

Por qué debes podar

Para responder a la pregunta de cuándo podar arbustos en flor, primero debemos determinar el motivo de la poda. Desea rejuvenecer arbustos crecidos y descuidados mediante la poda? ¿O se trata simplemente de una poda rutinaria para mantener los arbustos de flor dentro de unas dimensiones determinadas? Cada cosa tiene su momento y su lugar. Normalmente, queremos podar los arbustos en flor para darles forma o mantenerlos dentro de ciertos límites, pero nos preocupa perdernos las flores de este año si podamos en el momento equivocado, de ahí los fundados temores que tienen los jardineros principiantes sobre la poda: ¿Por qué podar? Si se dispone de espacio suficiente para que una planta crezca todo lo que pueda, ¿hay algún incentivo para podarla? La respuesta es sí. Los beneficios de podar los arbustos de flor son reales, y dos de ellos que merece la pena mencionar aquí son los siguientes:

Podrás lucir un arbusto en flor en todo su esplendor si aprendes a podarlo sabiamente. Una sola rama que sobresalga torpemente puede arruinar el aspecto de un arbusto, al igual que la presencia de ramas muertas. Las ramas que rozan entre sí lo hacen en detrimento de ambos, no sólo en términos de aspecto… sino también de salud. En el caso de los arbustos con chupones, el crecimiento no deseado puede ensuciar e incluso restar fuerza a la planta en general.

Por si todo esto fuera poco, una ventaja añadida de podar bien un arbusto de flor es que acabará floreciendo mejor.

Poda de rutina, poda de rejuvenecimiento y técnicas básicas.

He aquí la regla general para saber cuándo podar una planta concreta:Si vas a emprender una poda rutinaria, observa los hábitos de floración de los arbustos:

Para los arbustos que florecen en verano o en otoño sobre el crecimiento del año en curso, como la baya de la belleza (Callicarpa dichotoma), poda a finales de invierno o principios de primavera.

Para los arbustos que florecen en primavera sobre el crecimiento del año pasado (por ejemplo, Forsythia), poda después de que sus floraciones comiencen a morir.

En cuanto a cómo llevar a cabo esa poda rutinaria, la Purdue Extension lo resume enumerando tres técnicas. Las enumeramos a continuación, empezando por la más suave y terminando por la que implica cortar la mayor cantidad de vegetación:

Pellizcar es justo lo que parece: con los dedos (las uñas largas ayudan), se pellizcan pequeñas cantidades de vegetación en las puntas de las ramas.

La poda en rama consiste en acortar las ramas con las podadoras. El corte se extenderá «hasta un buen brote o rama lateral».

En el aclareo, se abre el interior del arbusto podando las ramas seleccionadas hasta la «rama principal, el tronco o la línea del suelo».

Si vas a podar arbustos de flor para rejuvenecerlos, el mejor momento para hacerlo es a finales de invierno o principios de primavera. Es cierto que podar arbustos de floración temprana en esta época reducirá o eliminará la floración en la primavera de ese año, pero la contrapartida es ganar arbustos más sanos que florecerán con más vigor a largo plazo. La poda de rejuvenecimiento se suele hacer… en arbustos de lilas demasiado crecidos. Son uno de los arbustos que responden bien a este tipo de poda. Es un tipo de poda drástica, pero no es tan aterradora como parece, porque cada año sólo se poda 1/3 de las ramas que salen del suelo. El primer año se empieza por el tercio más viejo. El segundo año, se poda otro tercio de las ramas más viejas. El tercer año, podas las ramas más viejas que quedan, dejando sólo las ramas más jóvenes. La idea es que las ramas más jóvenes (y, suponemos, las más sanas) tomen el relevo y se «conviertan» en el arbusto de lilas. «Rejuvenecer», al fin y al cabo, significa «hacer joven de nuevo».

¿Y los árboles de hoja perenne?

Ten en cuenta que los consejos anteriores se han referido a la poda de arbustos de hoja caduca, en contraposición a los de hoja perenne. Decidir cuándo podar los arbustos de hoja perenne es un poco más complicado porque primero hay que determinar si el arbusto en cuestión es de tipo latifoliado (que, como los de hoja caduca, se cultiva principalmente por su floración) o de tipo acícula.