Cómo salvar las plantas de tomate regadas en exceso

Escrito por Barbara Gillette | Revisado por Mary Marlowe Leverette

tomates en parra Los signos de exceso de riego en el huerto de tomates o en las plantas en maceta no son infrecuentes, pero pueden ser difíciles de descifrar. Cuando la tierra retiene más humedad de la que pueden absorber las raíces, las plantas se marchitan. Pero también se marchitan cuando la tierra está demasiado seca y las plantas necesitan agua. Los tallos y el follaje caídos suelen ser el primer síntoma de que algo va mal, pero hay que indagar un poco más para averiguar si el problema es el riego excesivo.

Señales de plantas de tomate con exceso de agua

  • Agua estancada alrededor de la base de la planta.
  • Suelo empapado o mal olor a tierra.
  • Costra blanca, verde u oscura en la superficie del suelo o en la parte inferior del tallo principal.
  • Las hojas y los tallos se caen y se marchitan pero permanecen verdes
  • Las raíces son marrones o negras y lacias o blandas en lugar de blancas y turgentes
  • Bultos levantados y ampollas en las hojas.

Cómo inspeccionar las raíces de las plantas de tomate

Son fáciles de identificar varios signos de riego excesivo, pero la forma más segura es inspeccionar las raíces. Si no se corrige rápidamente, el exceso de humedad provoca la pudrición de las raíces, lo que impide la absorción de nutrientes y causa la pérdida de la planta.La mayoría de las raíces de las plantas de tomate crecen en las 8 a 12 pulgadas superiores del suelo. Con las manos enguantadas o una pequeña paleta, remueva suavemente la tierra para descubrirlas y determinar si están sanas.

Cómo arreglar una planta de tomate con exceso de agua

La buena noticia es que las tomateras son resistentes. Identificar el problema a tiempo limita los daños y facilita la recuperación de la planta. Incluso las plantas con evidencia de raíces moribundas pueden rescatarse. Estos son los pasos más importantes para recuperar la buena salud.

Proporcione suelo seco

Si observas signos como tierra empapada, agua estancada o si las hojas y los tallos parecen ligeramente marchitos, puede bastar con retener el agua hasta que la tierra se seque. Cuando las raíces muestren signos de daños, deberás trasladar la planta a un lugar nuevo y más seco.

Plantas de tomate en macetas

Saca la planta de su maceta, manteniendo intactas tantas raíces como sea posible. Sacuda o enjuague suavemente la tierra empapada. Las plantas pequeñas e inmaduras pueden colocarse sobre papel de periódico durante varias horas para que se sequen. Utiliza una tijera para cortar las raíces blandas y descoloridas. Desecha la tierra vieja, rellena la maceta con una nueva mezcla seca y trasplanta la planta. Las plantas maduras de tipo arbusto con frutos pequeños responden mejor al trasplante que las variedades de frutos grandes, pero todos los tipos de tomates deben trasplantarse inmediatamente con tierra seca. Las plantas rescatadas perderán hojas, pero el nuevo crecimiento indica la posibilidad de una recuperación completa.

Plantas de tomate en el jardín

Dependiendo de la variedad, las plantas cultivadas en el jardín pueden tener raíces pivotantes que se extienden hasta 3 pies para anclar el crecimiento superior. Las raíces más pequeñas que alimentan tu planta están más cerca de la superficie. Aunque no sea posible eliminar toda la raíz pivotante, se desarrollará una red de nuevas raíces que absorberán los nutrientes. Enjuaga el cepellón bajo el grifo o utiliza una manguera con un chorro suave. Utiliza una tijera para eliminar las raíces oscuras y encharcadas. Plántala de nuevo en un lugar seco, en un agujero ancho y profundo, extendiendo las raíces. Plante a la misma profundidad que en el lugar original. Añada un soporte para mantener la planta erguida y no la riegue durante varios días para que las raíces se sequen bien. No se trasplantan fácilmente y se marchitan mucho al trasladarlas. Deje que la tierra se seque y luego abone la planta. Tratar la tierra alrededor de la base de la planta con un fungicida puede ayudar a que las raíces se recuperen.

Aportar nutrientes

Las raíces alimentan a las plantas absorbiendo agua rica en nutrientes. Cuando se riegan en exceso, se debilitan, se vuelven ineficaces e incapaces de transportar los nutrientes necesarios para un crecimiento sano de la parte superior. Cuando el suelo y/o las raíces se hayan secado lo suficiente, abona los tomates dañados por el agua con un fertilizante NPK equilibrado, como 10-10-10. Las hojas pueden tratarse con pulverización foliar, pero evite tratar el follaje con marchitez grave. Dependiendo de la magnitud de los daños, la planta debería recuperarse en una o dos semanas.

Formas de evitar el riego excesivo

  • Evita plantar tomates en zonas bajas donde se acumulen las precipitaciones y el agua.
  • Utiliza macetas con abundantes orificios de drenaje.
  • Establezca un programa de riego regular.
  • Deje que la superficie del suelo se seque ligeramente entre riegos.
  • Observa el tiempo y haz un seguimiento de las cantidades de lluvia.
  • Provea de 1 a 2 pulgadas de agua por semana a las plantas de jardín y 1 galón diario a las plantas de maceta.
  • Los temporizadores de manguera son prácticos, pero recuerda tener en cuenta las precipitaciones y ajustarlos en consecuencia.
  • Si te has saltado un riego, no intentes compensarlo con riegos adicionales. Añadir demasiada agua de golpe satura las raíces.
  • Es más fácil hidratar una tomatera que reparar una dañada por exceso de riego. Si tienes que ausentarte, desconecta los temporizadores y pide un favor a un vecino, amigo o familiar.
  • FAQ

    • ¿Cuánto tardan las tomateras en recuperarse del riego excesivo?Las tomateras se recuperan rápidamente del riego excesivo, normalmente en una o dos semanas con tratamiento.
    • ¿Con qué frecuencia hay que regar los tomates?En el jardín, riega las plantas en profundidad a nivel del suelo una vez a la semana o dos veces a la semana cuando haga calor, dependiendo de las precipitaciones, de forma que las plantas reciban de uno a dos centímetros de agua semanales. Riega las plantas de maceta a diario o dos veces al día según la temperatura y las precipitaciones con un galón de agua.
    • La tierra nunca debe estar demasiado húmeda ni empapada. Debe estar húmeda hasta una profundidad de 8 a 10 pulgadas. Compruébalo introduciendo un palo o una sonda. La tierra húmeda se pegará a la sonda. Deje que la superficie de la tierra se seque ligeramente entre riegos.

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