Kiwi: Guía de cultivo y cuidado de la planta

Escrito por Vanessa Richins Myers

Kiwi colgando de las ramas de un árbol visto desde abajo Si te gustan los kiwis que suelen encontrarse en los supermercados y te has preguntado si podrías cultivarlos tú mismo, estás de suerte. El kiwi, también conocido como Actinidia deliciosa, se puede cultivar en muchos huertos familiares con los cuidados y las condiciones adecuadas. Originaria de Asia (no de Nueva Zelanda, como muchos suponen), la kiwi es una enredadera leñosa que puede usarse para cubrir un cenador o una estructura similar del jardín, donde será estéticamente agradable y productiva. Dicho esto, sólo las hembras maduras producirán fruta, y muchas no lo harán hasta que tengan al menos tres años. La mejor producción de fruta suele darse cuando la vid tiene ocho años o más, y puede seguir produciendo durante cuarenta años o más.

Nombre botánico

Actinidia deliciosa
Nombre común

Kiwi, kiwi, grosella china.
Tipo de planta

Fruta
Tamaño maduro

15C30 pies de alto, 6C10 pies de ancho.
Exposición al sol

Full sun
Tipo de suelo

Moist pero bien drenado
PH del suelo

Ácido
Tiempo de floración

Spring
Color de la flor

Crema
Zonas de dureza

7C9 (USDA)
Área nativa

Asia

Cuidado del kiwi

El cultivo del kiwi puede ser un poco complicado, pero merece la pena. Cada kiwi mide unos 5 cm de largo y tiene forma de huevo, con un exterior marrón y velloso. Las plantas de kiwi son ideales para plantarlas en una estructura de madera, como un cenador, un enrejado, una pérgola, un cenador o una valla. Cuando planifique dónde plantar su planta de kiwi, asegúrese de que tiene espacio y soportes suficientes para al menos dos plantas, ya que necesitará plantas macho y hembra para polinizar con éxito esta especie dioica. Las flores pueden ser de color crema o amarillo y tienen un ligero perfume. El riego y la poda adecuados son especialmente importantes para las vides de kiwi, ya que la fruta se forma en madera de un año.

Kiwi marrón en forma de huevo colgando del tallo con la piel peluda primer planoKiwi marrón colgando de enredaderas y hojas leñosasKiwis marrones con forma de huevo apilados unos sobre otros

Luz

Planta tu planta de kiwi en un lugar donde pueda recibir pleno sol o sombra parcial durante todo el año. Cuanto más sol reciba la planta, mejor será su producción de frutos, y debes procurar que reciba al menos ocho horas de luz al día.

Suelo

La viña de kiwi prefiere un suelo ácido, con un pH comprendido entre 5,0 y 6,8. En cuanto a la composición del suelo, la vid no es muy exigente, pero se desarrolla mejor en una mezcla fértil, húmeda y con buen drenaje. Cuando plantes tus vides, separa cada una unos 3 metros para que tengan espacio suficiente para crecer y prosperar.

Agua

Tus vides de kiwi necesitarán un riego constante y no toleran en absoluto la sequía. Por eso, nunca debes dejar que se seque su suelo. Tampoco les gusta tener los pies mojados, por lo que es imprescindible que el suelo tenga un buen drenaje. Si observa que las hojas de la vid se oscurecen o se caen, suele ser señal de que la planta necesita más agua.

Temperatura y humedad

Fieles a su naturaleza semitropical, los kiwis prefieren temperaturas moderadas, aunque necesitan un periodo de frío (alrededor de 45 grados Fahrenheit durante al menos un mes) para cuajar. Además, las vides pueden tolerar temperaturas estivales de hasta 114 grados Fahrenheit, aunque necesitarán agua adicional para compensar. En cuanto a la humedad, los kiwis no tienen requisitos especiales y se adaptan bien a los niveles de humedad de sus zonas de rusticidad USDA.

Fertilizante

Las vides de kiwi crecen mejor en suelos ricos en materia orgánica y nitrógeno. Si el nitrógeno no está presente en tu suelo al analizarlo, deberás enmendar la mezcla con un fertilizante rico en este nutriente. La alimentación regular es especialmente importante cuando la vid está creciendo y estableciéndose. Alimente la planta en el momento de plantarla, a principios de primavera y en verano, una vez mueran las flores, con una mezcla de fertilizantes multiuso de liberación lenta.

Poda del kiwi

Podar correctamente tus vides de kiwi no sólo ayuda a fomentar un mayor crecimiento de la fruta, sino que también asegura que las vides no se vuelvan rebeldes. A partir de ahí, poda alrededor del tallo principal con frecuencia hasta que crezca lo suficiente como para empezar a formar un dosel por encima. El mejor momento para podar los kiwis es durante el invierno, cuando la planta está inactiva.

Plagas y enfermedades comunes

Las vides de kiwi son susceptibles a una variedad de plagas comunes como la araña roja y los trips, ambas fácilmente controlables con aceite hortícola. Otro problema común de los kiwis son las plagas que se alimentan de los frutos de la planta, principalmente las orugas enrolladoras de hojas y los escarabajos japoneses. Lo mejor es recoger los frutos con frecuencia y animar a los pájaros, depredadores naturales de estos insectos, a visitar el jardín.

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