Cuatro sencillas pruebas de suelo que puede realizar usted mismo
Escrito por Colleen Vanderlinden | Revisado por Julie Thompson-Adolf
Aprender todo lo que puedas sobre tu suelo te ayudará a decidir qué hay que hacer para que sea ideal para las plantas que quieres cultivar. Si puedes conocer la textura, composición, drenaje, acidez y densidad mineral de tu suelo, evitarás, de entrada, los decepcionantes resultados que pueden producirse cuando tu suelo no es el adecuado para el jardín de tus sueños.
Prueba del suelo 1: la prueba del estrujamiento
Una de las características más básicas del suelo es su composición. En general, los suelos se clasifican en arcillosos, arenosos o limosos. La arcilla es rica en nutrientes, pero de drenaje lento. La arena es de drenaje rápido pero tiene problemas para retener los nutrientes y la humedad. Para determinar tu tipo de suelo, coge un puñado de tierra húmeda (pero no mojada) de tu jardín y apriétala con fuerza. A continuación, abre la mano. Ocurrirá una de estas tres cosas:
Ahora que sabes qué tipo de suelo tienes, puedes trabajar para mejorarlo.
Prueba de suelo 2: la prueba de percolación
También es importante determinar si tienes problemas de drenaje o no. Algunas plantas, como ciertas hierbas culinarias, acaban muriendo si sus raíces permanecen demasiado húmedas. Para comprobar el drenaje de tu suelo:
Si el agua tarda más de cuatro horas en drenar, tienes un drenaje deficiente.
Prueba del suelo 3: la prueba de la lombriz
Las lombrices son grandes indicadores de la salud general de tu suelo, especialmente en términos de actividad biológica. Si tienes lombrices, lo más probable es que también tengas todos los microbios beneficiosos que hacen que el suelo esté sano y las plantas fuertes. Para hacer la prueba de las lombrices
Si encuentras al menos diez lombrices, tu tierra está en muy buen estado. Menos de eso indica que puede que no haya suficiente materia orgánica en tu suelo para mantener una población sana de lombrices, o que tu suelo es demasiado ácido o alcalino.
Prueba del suelo 4: prueba del pH
El pH (nivel de acidez) de tu suelo tiene mucho que ver con lo bien que crecen tus plantas. El pH se prueba en una escala de cero a 14, siendo cero muy ácido y 14 muy alcalino. La mayoría de las plantas crecen mejor en suelos con un pH bastante neutro, entre seis y siete. Cuando el nivel de pH es inferior a cinco o superior a ocho, las plantas no crecen tan bien como deberían. Estos kits son bastante precisos, pero debes asegurarte de seguir al pie de la letra las instrucciones. Una vez que sepas si el pH de tu suelo es un problema o no, puedes empezar a trabajar para corregirlo. Si has hecho todas estas pruebas y has modificado el suelo para corregir los problemas, pero tus plantas siguen teniendo problemas, el siguiente paso es ponerte en contacto con el servicio de extensión de tu cooperativa local. Ellos te dirán cómo recoger una muestra del suelo y enviarla al laboratorio para que la analicen. Te enviarán un informe en el que te informarán de las deficiencias minerales de tu suelo y te indicarán los pasos a seguir para corregirlas. Estas pruebas son formas sencillas y baratas de garantizar que tu jardín tenga los mejores cimientos posibles.