Cómo ser un invitado impecable, sea quien sea el anfitrión

Escrito por Sarah Lyon

Tanto si vas a pasar un fin de semana con tu compañera de piso de la universidad en su apartamento de la ciudad como si vas a visitar a tus tíos al otro lado del país, siempre es importante ser el mejor invitado posible. Esto significa seguir unas cuantas normas de etiqueta que harán que tu visita sea lo más fluida posible y te convertirán en un candidato probable a recibir una nueva invitación. Siga leyendo para conocer las cuatro mejores prácticas que debe tener en cuenta, según los expertos en etiqueta.

Intenta llevar un regalo de anfitrión, no importa con quién te quedes

Siempre es cortés llegar con un pequeño regalo de anfitriona en la mano, incluso si sólo vas a pasar un par de días con una de tus mejores amigas de toda la vida. «Recomiendo llevar algo a casa de alguien que te recibe, por muy amigo que sea», dice Mariah Grumet, de Old Soul Etiquette. «Algunas de mis ideas favoritas para regalar a un anfitrión son unas divertidas servilletas de cóctel, artículos de papelería, un juego de jabón y loción de cocina o un delicioso té de hojas sueltas que puedan disfrutar en el futuro». No te arruines eligiendo una muestra de agradecimiento para tu amigo o ser querido; hay muchas formas de mostrar tu aprecio sin salirte del presupuesto. «Piensa en algo casero que tu anfitrión pueda desayunar a la mañana siguiente», sugiere Grumet. «Si tienes un jardín o flores en tu patio, también puedes llevarle algo de allí… Si tu anfitrión es un amigo íntimo, una fotografía impresa de vosotros dos (¡o de vuestras familias!) también sería un regalo asequible pero considerado». Al fin y al cabo, explica Grumet, esta práctica tiene más que ver con el gesto que con el objeto.

Comparte tu horario con antelación

Tanto si te alojas en casa de un amigo únicamente para pasar tiempo con él como si planeas realizar negocios u otras visitas personales durante tu viaje, es clave que compartas con antelación tus horarios de vuelo y los compromisos previstos con tu anfitrión. «El motivo es que el anfitrión puede decidir llevarnos de paseo, conseguir entradas para una obra de teatro o planear una cena elaborada», dice Maryanne Parker, de Manor of Manners.También es de buena educación compartir con el anfitrión los planes para las pequeñas rutinas del día a día. «Comunica a tu anfitrión con antelación si vas a necesitar algo de tiempo por la mañana para revisar tus correos electrónicos, o si necesitas escuchar una conferencia telefónica antes de cenar», dice Grumet. «Si no tienes ningún compromiso y simplemente estás de visita, sé flexible, ya que tu anfitrión puede tener compromisos que atender durante tu visita». Además, también querrás revelar cualquier rutina que pueda ser algo única. «Si tienes algún hábito particular o algún artículo del que no puedes prescindir durante unos días, como el yoga a las 5 de la mañana o una cafetera de prensa francesa, díselo a tu anfitrión con antelación», dice la experta en etiqueta Rosalinda Randall. «Pregúntale amablemente si te parece bien llevar esas cosas».

Hazte el útil y sigue las normas de la casa

Esto significa limpiar lo que ensucies, ofrecerte a preparar una comida si procede, acatar las preferencias del anfitrión en cuanto a fumar y cosas por el estilo, dice Parker. Como dice Randall, «cuando un anfitrión te dice que te sientas como en casa, es una invitación a relajar las… formalidades. No es una invitación a esperar que el anfitrión haga lo imposible por complacer todos tus caprichos o esté a tu entera disposición. En este sentido, no esperes que tu anfitrión modifique su espacio para ti y, por tanto, evita hacer comentarios o peticiones sobre factores como el tipo de sábanas disponibles u otros asuntos domésticos que escapen a tu control inmediato. «Si sus necesidades o peticiones son muchas, alojarse en un hotel cercano o en un apartamento de vacaciones puede ser más práctico y menos problemático para todos», dice Randall. «Debemos concentrarnos en temas agradables y alegres», señala Parker. «Ser un invitado negativo, quejoso y polémico nunca es divertido».

Seguimiento después de la estancia

Al volver a casa, es considerado agradecer a tu anfitrión la maravillosa visita. Una nota formal de agradecimiento siempre será bien recibida. Como dice Randall: «Aunque se considera un poco de la vieja escuela, no hay que subestimar el sentimiento que expresa una nota escrita a mano, sobre todo porque rara vez… las enviamos o recibimos».