8 objetos de decoración de los que debes deshacerte a los 30 años

Escrito por Ashley Knierim

dormitorio con paredes blancas, plantas, espejo circular y ropa de cama gris Cuando somos jóvenes, la decoración del hogar significa encadenar una mezcla ecléctica de piezas de Craigslist, amigos, familiares y grandes almacenes de bajo coste. Y todos podemos trazar una línea temporal de esos grandes acontecimientos de la vida adulta a través de la evolución de nuestras casas. Al igual que el sofá de IKEA en el que derrochaste después de conseguir tu primer trabajo en la universidad o el colchón de gama alta que compraste después de ese importante aumento de sueldo, nuestros muebles cuentan una historia y cada nueva compra es casi como un rito de paso a la edad adulta. No estamos diciendo que tengas que deshacerte de toda tu decoración mañana mismo, pero cuando pasas de los veinte a los treinta, hay ciertos objetos que no deberían acompañarte en el viaje. Por suerte, hay un montón de pequeños cambios que harán que tu casa sea un poco más madura sin tener que gastar mucho dinero:

Colchones en el suelo

Es cierto que el estilo bohemio está de moda, pero se acabaron los días en los que era aceptable dormir sobre un colchón en el suelo. Cambia esta opción decorativa demasiado rompedora de tus veintipocos por la opción algo más madura de la cama con plataforma. Gracias a las maravillas de sitios como Amazon, puedes comprar una cama de plataforma sencilla por poco más que una cena fuera, y ni siquiera necesitas un somier. Busca una cama de perfil bajo con listones, y podrás sacar fácilmente ese colchón del suelo y llevarlo a la edad adulta. Si andas escaso de espacio (y de cómodas), incluso puedes encontrar una cama asequible que haga las veces de trastero.

habitación con paredes desnudas

Paredes desnudas

De nuevo, nos encanta el estilo minimalista, pero es hora de poner un poco de esfuerzo en la decoración de las paredes. Las paredes desnudas pueden hacer que tu casa parezca inacabada y fría. La buena noticia es que las obras de arte no tienen por qué costar una fortuna. Hay muchos sitios en Internet donde puedes encontrar obras de arte gratuitas e imprimibles para crear tu propia galería. Si te sientes aventurero, planea una cita nocturna y crea tus propias láminas de arte abstracto con colores que se adapten a tu paleta decorativa.

perchas de plástico

Perchas desparejadas

Tanto si las has acumulado gratis en Target como si estás acostumbrado a comprar paquetes de perchas de plástico baratas, es hora de actualizarse. Una buena percha no sólo mantendrá tu ropa limpia y planchada, sino que tu armario mejorará al instante cuando todas las perchas sean uniformes. Busca perchas de madera o metal del mismo color.

Mala iluminación

Cuando tienes 18 años, las luces de Navidad en julio parecen chic y molan, pero cuando tienes 32 dan un poco de pereza. En lugar de una iluminación barata que no hace ningún favor a nadie, invierte en lámparas de mayor calidad. No sólo una lámpara bonita hará que tu espacio parezca más caro y moderno, sino que la bombilla adecuada puede iluminar de verdad un espacio. Averigua si quieres iluminación LED o cálida en tu casa y cambia las bombillas que no favorezcan tu decoración. Si te falta luz natural, invierte en una lámpara solar que imite la luz del exterior.

armario con libros encima

Libros que no lees

Incluso si te consideras un bibliófilo, es probable que en tu casa haya muchos más libros usados de los que nunca necesitarás. En la veintena acumulas un sinfín de libros -regalos de amigos, compras en ventas de libros usados-, pero después de leer ese libro de bolsillo superventas, llega el momento de donarlo a otra persona. Toma nota de Marie Kondo y deshazte de todos esos libros que nunca volverás a leer. Los libros no sólo crean desorden, sino que además son muy pesados y tediosos de mover, lo que hará que tu próxima mudanza o reforma sea aún más pesada.

Sofá destrozado

Muebles en mal estado

Cuando eres joven y no tienes un duro, lo único que te importa es tener un sitio donde sentarte y dormir. Pero ahora que eres un poco más estable, es hora de deshacerse de ese sofá de segunda mano con gubias por la espalda. Claro que puedes ocultar los arañazos de la mesa de centro con libros y apuntalar las mesas que se tambalean, pero te mereces una mejora. Dona esas piezas que ya no dan más de sí e invierte en muebles que puedas conservar durante años.

Placas no coincidentes

A menos que te decantes por un look boho-chic, ya eres mayorcito para comprar una vajilla de verdad. Si tus armarios parecen la estantería de una tienda de segunda mano, es hora de purgar. Puedes encontrar vajillas a juego asequibles que mejorarán al instante tu próxima cena. Una vajilla a juego no sólo dará a tu cocina un aspecto cohesionado y bien diseñado, sino que puede que te inspire a sacar la Julia Child que llevas dentro y a pasar más tiempo cocinando y menos comiendo fuera.

Carteles de películas

A menos que estés en la universidad, los carteles de cine son un fuerte no-go. No pasa nada si tu película favorita de todos los tiempos es «Terminator 3», pero eso no significa que merezca un lugar en tu pared. Lo mismo ocurre con las láminas sin enmarcar sujetas con cinta adhesiva o tiras adhesivas. Ahora que eres adulto, invierte en unos cuantos marcos, arranca esos pósters baratos y haz que tu espacio parezca un lugar en el que te apetece entretenerte.

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